sábado, 21 de junio de 2014

LA REGENTA.

El texto ante el que nos encontramos es un fragmento del capítulo veintiséis de La Regenta (1884-1885) , una de las novelas más atrevidas del Naturalismo, por lo tanto se incluye dentro de la segunda parte de la obra ( constituido por los últimos cinco capítulos, es decir, desde el veinticinco hasta el treinta).  El narrador omnisciente, con total conocimiento sobre lo que piensan, sienten los personajes, nos presenta un jueves santo una escena en la que lo esencial es la noticia que corre en Vetusta sobre la Regenta, que es que participará en la procesión como penitente.  Ana se da cuenta de su locura al ofrecerse en espectáculo, descalza, con el hábito morado acompañada del Magistral.  Vetusta se escandaliza, es observada por todos. Mesías le ofrece apoyo y amistad a Quintanar.
En este fragmento observamos la valentía de Ana por cumplir su promesa al magistral de salir en procesión. Este que es el punto más interesante del texto tiene una estrecha relación con el tema principal de la novela que claramente es el adulterio de Ana Ozores; en este caso incluso se atreve a mostrarlo públicamente. Aunque realmente el desarrollo de este tema principal se hace minuciosamente durante toda la obra y mediante las costumbres de la época, la descripción de Vetusta… A su vez también está presente un subtema como es el poder de la Iglesia, puesto que aparece una sociedad religiosa, que asiste a misa y sobre todo el acto de procesión de Ana Ozores… todo ello nos indica que nos encontramos ante una población conservadora
El espacio que aparece la acción es Vetusta, ciudad imaginaria que se ha identificado con Oviedo, anclada en el Antiguo Régimen, esto se refleja en la aparición de la iglesia, del ambiente de hipocresía social. En esta presentación se observan características del Realismo, corriente artística que se propuso representar la realidad lo más fielmente posible y con el mayor grado de verosimilitud. En relación con esta definición podemos hablar de la mímesis que es cualquier base de todo tipo de arte. En el siglo XVIII predomina la mimesis fantástica, es decir, con la que se hace una selección de los ingredientes necesarios para crear; en este caso el poeta se considera propiamente un creador, por ello la retórica que se utiliza es la que está constituida por un lenguaje sencillo, ya que interesa es enseñar y divulgar.
Como rasgos realistas encontramos: la minuciosidad con la que se describe a los personajes, los sentimientos de Ana… Se presta atención a lo cotidiano, a lo concreto. Además de la descripción de Clarín sobre la sociedad española y la crítica que se hace de ésta, predomina en el texto el diálogo entre los personajes, con lo cual el narrador logra crear un trato más cercano con el receptor e incluso consigue caracterizar a los personajes que nos presenta.

En conclusión, la obra en sí es un análisis profundo de la mentalidad burguesa, tiene una intención social ya que critica la sociedad de la época de forma satírica.

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