lunes, 26 de mayo de 2014

El estudiante de Salamanca y El aparecido

El estudiante de Salamanca, de Espronceda, es un poema narrativo  que relata la historia de Félix Montemar. Este representa el mito del Don Juan  y conquista a Elvira para luego dejarla sin explicación. Tras derrotar al hermano de esta, Diego, en un duelo, Félix sigue al espectro de una mujer que tienen un velo blanco. Lo lleva hasta el cementerio y éste contempla su propio entierro. Poco después Félix se verá rodeado por un coro lleno de espectro y con la novia en el altar. Nuestro protagonista le quita el velo y se da cuenta que es el esqueleto de Doña Elvira, pero ésta la besa antes de que Félix pueda escapar, por lo que quedará casado con ella. Félix se da cuenta de que murió también en ese mismo instante.
Esta obra se encuentra dentro del cuento del romanticismo español y por ello va a tener unas características determinadas. La mujer es un tema principal en la obras, en este caso es Elvira, y con ello la muestra de sentimiento. Relacionado con esto está la naturaleza que sirve de expresión del interior de los personajes, de cómo se siente; aparecen cementerios, lugares oscuros, ruinas, etc.  El protagonista es un héroe satánico que se opone a toda ley que limite su libertad, he aquí una característica romántica; la libertad del individuo por encima de todo.  
Hallamos en la vida un pesimismo, sufrimiento, placer, engaño…y todo ello tiene su paralelismo con la Iglesia. Por aquella época el gobierno quería devolverle a la Iglesia poderes como los impuestos del diezma. España se encuentra en una situación de sumisión pero que resurgirá una España nueva que destronará a esta tradicional (Don Félix, tras haber llevado a cabo una mala vida, ya por último no tiene fuerzas para defenderse ante la muerte, y la venganza de Diego). Por otra parte, la religión nos ofrece un Dios máximo, que está por encima de nosotros y al que tenemos que obedecer, cosa que no comparten los románticos que, como ya hemos visto, defiende ante todo la libertad individual. Y en especial Félix, que hace lo que quiere y cuando quiere sin tener en cuenta las consecuencias.
El aparecido es otro cuento del romanticismo de autoría anónima. Fue publicado en 1839. Cuenta la historia de un señor con una gran casa que un día da un festín religioso. En él, dice unas palabras que interpretamos como gocemos de la vida mientras vivamos, pues de un día para otro puede que no estemos en el mundo. Instantes más tarde, muere. Sin embargo, aparecerá como si estuviera vivo por el pueblo y haciendo cosas que sólo los vivos pueden hacer. Desde este instante, se extiende por todo el pueblo un trastorno sobrenatural. He aquí una característica del romanticismo; el hombre no como producto divino sino como diabólico (característica también del Estudiante de Salamanca).
Vuelve a haber un desafío a Dios, una atracción de los malos valores y una muerte violenta que es más propio del Romanticismo no tradicional (este estaba muy unido a la idea religiosa de que el hombre no es visto como algo paranormal).

Ambos cuentos tienen en común el elemento fantástico, cosa que supone una excepción dentro del Romanticismo español. 

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